diumenge, 4 de desembre del 2011

COCINANDO, QUE ES GERUNDIO


Hoy he hecho mis primero pinitos como pinche. La mama, que no cocina tan a menudo como me gustaría, me ha enseñado a cortar bien pequeñitas las verduras. Ella dice que el secreto de cualquier plato, por sencillo que sea, está en el sofrito y en irlas poniendo en el orden adecuado en la sartén, porque cada verdura tiene su  propio tiempo de cocción y hay que evitar que se quemen o pierdan sus propiedades. El papa es más partidario de rehogar las verduras y por eso es el encargado de controlar la intensidad de los fogones y de tapar la cacerola y removerlas cada cierto tiempo… Me encanta oírles debatir a lo lejos, desde mi habitación, los dos dicen cosas muy interesantes que empiezo a entender porque los voy conociendo cada vez más… Yo creo que cada uno pone lo mejor de sí y de ahí que les salgan platos tan exquisitos: el papa aplica su minuciosidad artística y su paciencia característica y la mama, la espontaneidad y la improvisación. Aunque estoy seguro de que también la mueve el recuerdo de su abuela, siempre presente mientras cocina, sobre todo esos platos de cuchara caliente.
El otro día la mama me dijo que cuando sea más mayor, veremos juntos una película cuyo título tiene que ver con el chocolate… lo siento pero no puedo recordar el título exactamente… cuando la vea, ya os lo contaré. El caso es que estoy deseando crecer para sentarme a su falda y verla en una de esas tardes de frío y niebla leridanas.

De momento, me conformo con ver y reírme con las aventuras de Caillou, del que soy gran fan y del que aprendo palabras muy divertidas como “recórcholis”.

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